ONU condena emisión de “La Paisana Jacinta” de Frecuencia Latina

(22/08/2014)El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la Organización de las Naciones Unidas ONU considero como ofensivo el programa “La Paisana Jacinta”, que se emite por Frecuencia Latina desde Lima-Perú.

“En otros países, por ejemplo, un programa tan ofensivo no duraría mucho. Aún sin la censura del Estado los auspiciadores de este programa serían sujetos de un boicot por parte de los consumidores y se cancelaría muy pronto. Me preocupa que en el Perú tenga ráting”, asevero Carlos Manuel Vázquez, uno de los integrantes de la CEDR, acotando Francisco Cali, presidente de dicho comité “Esto lo que está creando es una idea muy negativa por parte de la sociedad peruana sobre la mujer indígena, principalmente quechua y aymara”.

Conociendo a los propietarios del canal de televisión desde donde se produce y se emite dicho programa, se trata de Frecuencia Latina, propiedad del empresario israelí nacionalizado peruano Baruch Ivcher quien el pasado mes de junio del 2012 vendió parte de sus acciones al grupo empresarial ENFOCA y dos meses después, en setiembre de ese mismo año se hizo de nuevas accione producto del remate de participaciones de lo que quedaba de sus ex socios, los hermanos Winter. El nuevo accionista ENFOCA (que además es dueña de empresas como Maestro Ace Home Center, la pesquera industrial Diamante, entre otros), se hizo de la administración haciendo algunos cambios de directivos, trayendo para el cargo de gerente general a Andrés Badra, un venezolano conservador que tuvo cargo directivo en RCTV Caracas, canal conocido por el conflicto de renovación de licencia que tuvo con el ex presidente venezolano Hugo Chávez. Indicador más que suficiente para entender de porque los cambios de directivos no reflejaron cambios en la línea de seguir con programas como “la paisana Jacinta”, pese a que el reclamo de varias organizaciones sociales ya se hacía sentir.

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Los poderes fácticos en su afán político, económico, religioso, una vez más colocan a la población quechua, aymara como blanco de acciones tácticas, socavándola con sus medios de comunicación y de manera sistemática los cimientos de la sociedad andina, al querer hacernos avergonzar de nuestras propias madres, hermanas y de destruir nuestra identidad cultural; para mantenernos alejados o neutros en la actividad política del país.

Huérfanos en esta lucha, con el abandono del mismo estado peruano que se mantuvo al margen de este atropello a la mujer andina, que en el fondo es la mujer peruana; no se oyó voces de reclamo ni de la primera dama, ni de la ministra de mujer, ni de la premier (ex ministra de la mujer), con la excepción de la parlamentaria andina Hilaria Supa, única voz del espectro político en levantar la voz y que dicho eco haya sido escuchado.- para vergüenza nuestra como país, en un organismo internacional, la ONU quien llame la atención a este tipo de programas que denigran a la mujer peruana. Bien pudo evitarse este jalón de orejas mundial, si la enmienda hubiera venido del mismo canal de televisión, de la sociedad nacional de radio y televisión SNRTV, de los anunciantes de dicho programa o del estado.

En nuestro Perú, país de las paradojas, este caso es una más, en la que un ciudadano extranjero culturalmente diferente viene al Perú hace empresa, se mete a los medios de comunicación masiva, y desde ahí empieza a destruir la cultura originaria del pueblo que lo cobijó.