(07/05/2013 Tren Macho.com)

A lo largo de la historia toda comunidad, pais o grupo humano necesitó de un elemento como la raza, la lengua, o la religión, para conseguir la cohesión de sus individuos y así construir una nación.

En el caso europeo de hoy día muchos de los estados están delimitados por su lengua, elemento que juega un papel de identidad y unidad de estos pueblos del viejo mundo.

En otras latitudes del orbe, muchas sociedades se han cuajado a través de la raza, en otros a través de la religión. Haciendo un paralelo con nuestro caso peruano, estos dos elementos por su alta varianza no son de exclusividad para nuestra realidad, un pueblo mestizo y con libertad de credo.

En ese sentido el Perú, tierra milenaria donde florecieron muchas culturas que dieron por fruto al imperio incaico, puede servir de antecedente para encontrar y rescatar a ese pivote que conduzca a la tan ansiada unidad como nación, ese elemento intangible o “espiritual” consideramos es la lengua Quechua, la cual debe ser implementada por el estado.

Con el quechua como base, y sin caer en chauvinismos(*), la identidad nacional estará definida y por ende la cohesión de sus ciudadanos, garantizando así la existencia de nuestra nación en el futuro lejano.

(*)Manteniendo al español como nuestro idioma del dia, dia y al inglés que nos abra al mundo.